
Las autoridades israelíes han justificado la construcción de esta nueva barrera con la intención de evitar el lanzamiento de piedras y cócteles molotov por parte de los palestinos. “Realmente es algo fuera de este mundo, y forma parte de la política de dividir la santa ciudad, y hacer que sea difícil incluso el acceder a los Lugares Santos. Hubo un tiempo en que las autoridades israelíes repetían la consigna de que Jerusalén es la Ciudad Santa unida e indivisible. Ahora se ponen incluso a construir nuevos muros... Obviamente todo puede ser sacrificado y contradicho, cuando conviene a las propias estrategias políticas”, ha continuado diciendo el Patriarca de Jerusalén de los Latinos.
Desde principios de octubre, el nuevo ciclo de violencia que ha estallado en Tierra Santa ha provocado la muerte de al menos 43 palestinos y de unos siete israelíes. “En un país democrático – ha subrayado el Patriarca Twal - cualquier acto criminal se puede castigar por la ley, y cuando el juez dicta la sentencia todos aceptan. Ahora todos los civiles en Israel tiene luz verde para disparar. Hay ejecuciones extrajudiciales y linchamientos. Y el uso desproporcionado de la fuerza siempre es un signo de debilidad. Mientras que lo que hace falta es tener nervios de acero y una mente clara para reconocer y eliminar las causas de esta nueva ola de violencia, y defender juntos el perfil de Jerusalén como una ciudad de paz, por el bien de todos”. .
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