(RV).- «Familia, vive la alegría del amor», es el título del Mensaje de la Comisión Episcopal de Familia y Vida, de la Conferencia Episcopal peruana, con motivo de la XXII Jornada por la Vida (11 de septiembre de 2016).
Tutela de la dignidad de la vida humana, desde su concepción, ante aborto y píldora del día siguiente
Ante «los graves ataques a la vida del concebido en sus primeros días de vida»… los prelados peruanos recuerdan que «el Señor nos ama desde antes de habernos formado, en sus pensamientos y nos creó para amarnos y para amar». Y que «la Biblia señala con mucha fuerza la conclusión de que la vida humana comienza en la concepción, un proceso que sabemos por la ciencia que comienza con la fecundación, cuando una nueva vida humana, única e irrepetible, inicia su existencia».
Recuerdan que el Santo Padre nos dice que «el aborto no es un mal menor: es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia. Es un crimen, es un mal absoluto» – (palabras del Papa a los periodistas, volviendo de México, en febrero de 2016) – y que «por lo tanto como católicos debemos rechazar el aborto con la convicción que emana de nuestra fe y que es sustentada también por la ciencia. Actualmente existen muchos ataques a la vida humana, especialmente contra el más indefenso, el más pequeño, que no puede hablar por sí mismo, el concebido».
Señalando que «diferentes colectivos y organismos internacionales están presionando al Perú para que se distribuya el fármaco abortivo conocido como Píldora del Día Siguiente, negando el efecto antianidatorio», el mensaje subraya que «aquí el Santo Padre también nos llama la atención cuando dice “uno de los graves problemas de nuestro tiempo es, ciertamente, la modificación de la relación con la vida” Y es que hemos relativizado, como sociedad, el valor de la vida humana, creando graves injusticias hacia los más débiles».
Y con palabras de la Madre Teresa de Calcuta subrayan que no podemos construir la paz si no respetamos y defendemos la vida
Citando al Papa Francisco en su exhortación Amoris Laetitia, que nos recuerda que «es importante insistir en que la legislación pueda facilitar los trámites de adopción, sobre todo en los casos de hijos no deseados, en orden a prevenir el aborto o el abandono», el documento episcopal dirige «un llamado a todos los católicos a participar en dar soluciones a estas situaciones de dolor y abandono que sufren las familias, y especialmente las mujeres, acogerlas y acompañarlas y exigir al estado respuestas en concordancia a sus deberes, dados por la Constitución».
El Mensaje de los Obispos del Perú termina así: «Reafirmamos el valor de la vida humana y denunciamos que ésta viene siendo manipulada por una ideología, que pretende redefinir conceptos tan importantes como el inicio de la vida, la concepción y el embarazo, no con criterios científicos, sino sencillamente para lograr objetivos en favor de unos presuntos “derechos sexuales y reproductivos", entre los cuales se incluyen el aborto y la muerte del concebido.»
(CdM – RV)
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