(zenit – 7 agosto 2020).- Como cada año, el 6 de agosto, monseñor Mario Moronta, obispo de la diócesis de San Cristóbal, en Venezuela, presidió la consagración de Táchira y los Andes venezolanos al Santo Cristo de la Grita, elevando una súplica de bendición para la región y los devotos de Cristo Milagroso.
Así informó, a través de un comunicado, el Departamento de Prensa de la diócesis de San Cristóbal.
“Hoy, por las circunstancias que atravesamos a causa de la pandemia del covid-19, nos ha sido impedido caminar con nuestros pies y llegar hasta la ciudad santuario”, expresó monseñor Moronta, al comienzo de la Misa en honor al Santo Cristo de La Grita.
Participación virtual de los fieles
Esta ceremonia, que anualmente constituye una cita multitudinaria, en esta ocasión se efectuó a puerta cerrada, solo con la participación de un reducido número de sacerdotes, y con la imagen de la réplica del Santo Cristo de La Grita en el altar central.
Los fieles, por su parte, participaron devotamente a través de las redes sociales, la radio y la televisión.
“¡Qué bonito es poder saber que cada uno de nosotros es reflejo del Señor de La Grita! ¡Qué emoción nos da el hecho de ser nosotros eco de la exclamación litúrgica: ¡Este es el árbol de la Cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo! Hoy le podemos decir al mundo entero que celebramos al árbol de la vida, sembrado en estas tierras andinas y que se alza como el faro luminoso que guía nuestras sendas y da sombra de amor a nuestras. Existencias”, exclamó el obispo de San Cristóbal en la homilía.
La Cruza, árbol de la vida
El prelado profundizó en su reflexión sobre la Cruz, que es el árbol de la vida: “al conmemorar al Santo Cristo de La Grita, los textos bíblicos ya reseñados nos permiten dar una luz clara sobre lo que celebramos. Podemos deducir claramente cómo el nuevo árbol de la Vida es la Cruz, desde donde brota nuestra salvación.”
Además, monseñor Moronta indicó que “quien está allí en ese árbol se da a conocer a todos sin distinción y nos ha unido a Él, como la vid con sus sarmientos. Por ese hecho maravilloso no sólo sentimos la fuerza penetrante de su gracia, cual savia que nos alimenta, sino también la capacidad de dar fruto que permanece”.
Seguir la misión
Por las situaciones vividas por la pandemia, el pastor venezolano señaló que se “ha puesto al descubierto nuestras limitaciones, pequeñeces y deficiencias. Pero, también ha sido un tiempo para reconocer la presencia del Señor en medio de nosotros. Han sido meses duros y quizás falta más tiempo para superar esta emergencia sanitaria”.
Al final de la ceremonia, el prelado realizó la plegaria de la Consagración al Santo Cristo y remarcó que “es la decisión de seguir su misión, de continuar la siembra del nuevo bosque de vida en medio de nuestra región y desde aquí para todo el mundo”.
Petición a Nicolás Maduro
Antes de la bendición final, Mons. Mario Moronta pidió al presidente Nicolás Maduro que destine los recursos necesarios para los médicos y todo el personal de salud cuente con los implementos y medicamentos necesarios para combatir al covid19.
Asimismo, solicitó un gesto de buena voluntad liberando a los presos que por motivos políticos están detenidos injustamente.
Por último, el obispo del Táchira, anunció que a partir del 8 de agosto se iniciará la “Peregrinación virtual con la Virgen de la Consolación”, que por las mismas razones de la cuarentena no se será celebrada de manera pública.
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