Roberta Barbi – Vatican News
Dirigir la atención a las políticas públicas de prevención y apoyo a los servicios de recuperación, incluidos los gestionados por religiosos: de este modo los obispos de la Conferencia Episcopal Brasileña, a través del sitio web del Episcopado, reafirman su oposición al proyecto de ley que quiere despenalizar el consumo de drogas.
Justicia restaurativa
En la nota, los prelados denuncian la necesidad de ser rigurosos con quienes se benefician de la venta de drogas y afirman la necesidad de la práctica de la justicia restaurativa. A este respecto, la Conferencia Episcopal también recordó una nota sobre el mismo tema que publicó hace exactamente cinco años, el 26 de agosto de 2015, en la que se declaraba "en contra de la despenalización del uso de drogas", confirmando al mismo tiempo la importancia "de que la sociedad sea consciente de este problema, porque la dependencia química representa uno de los grandes problemas de la salud y la seguridad pública en el Brasil".
Elige la vida
"Elige la vida, y vivirás, tú y tus descendientes". Con estas palabras del Libro del Deuteronomio los obispos introdujeron su nota en la que reiteraron que "la no punibilidad de la posesión de drogas, con la preservación de la libertad de la persona como argumento, podría agravar el problema de la dependencia química, esclavitud que hoy en día alcanza cifras alarmantes".
Consecuencias del abuso de drogas
"El abuso de drogas interfiere gravemente en la estructura familiar y social. Es una de las causas de innumerables enfermedades, discapacidades físicas y mentales y de la retirada de la vida social. La adicción que afecta especialmente a los adolescentes y jóvenes es un factor que genera violencia social, provoca un cambio de conciencia y de comportamiento en el usuario. El uso y el tráfico de drogas se citan como la causa de la mayoría de los atentados contra la vida -continuaron los obispos- la liberación del uso de drogas facilitará la circulación de los estupefacientes. Habrá más productos disponibles, legalizando una cadena de tráfico y comercio, sin una estructura legal para controlarla. El artículo 28 de la Ley 11.343, al abordar esta cuestión, no prevé la prisión, sino la sanción con la adopción de medidas de reinserción social. Se observa que el encarcelamiento masivo no ha sido eficaz. Es necesario desarrollar la práctica de la justicia restaurativa. Esto no significa menos rigor para los que se benefician de las drogas".
Campañas de prevención
"Con la despenalización de las drogas, la creciente demanda de tratamiento por parte de innumerables adictos aumentaría considerablemente -insistieron los prelados-, la Iglesia Católica, otras instituciones religiosas y privadas, a través de casas de recuperación, demuestran su compromiso de superar la dependencia química y recuperar los lazos familiares y sociales acogiendo, cuidando y dando nuevas oportunidades de vida a miles de adolescentes, jóvenes y adultos a través de la espiritualidad, el trabajo y la vida comunitaria". En conclusión, según los obispos, "el camino más difícil y eficaz a largo plazo es la intensificación de las campañas de prevención y lucha contra el consumo de drogas, acompañada de políticas públicas en las esferas de la educación, el empleo, la cultura, el deporte y el ocio para los jóvenes y la familia". El Estado debería ser más eficaz en la lucha contra el tráfico de drogas".
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