Por: Tim Daniels
(ZENIT News Agency, 04.07.2021).- “Incendiar iglesias es algo equivocado”. Es lo que afirma el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau ante la quema de diferentes iglesias en el país luego de hallazgos de tumbas presuntamente de niños indígenas en escuelas regentadas por la Iglesia católica. Como explicó nuestro director editorial (véase un análisis en este enlace), el sistema gubernamental de Canadá obligó en el pasado a que niños indígenas se trasladaran a escuelas que el mismo gobierno confió a varias denominaciones cristianas, entre ellas a la Iglesia católica. Aún se desconoce la causa cierta de la muerte de esas personas enterradas pero la aversión creada por el mismo primer ministro y los medios de comunicación hacia la Iglesia han finalmente derivado en quema de templos.
“Es real y completamente comprensible” -dijo Trudeau con relación a los incendios de iglesias- “dada la historia vergonzosa de la que todos estamos más conscientes ahora. Pero pienso que quemar iglesias en realidad está privando a las personas que tienen necesidad de un duelo y de sanar y de dolerse de tener lugares donde poder lamentar las muertes y reflexionar y buscar apoyo”.
A la quema de iglesias se añade el vandalismo de estatuas como el de las reinas Victoria e Isabel II en Manitoba, las cuales fueron derribadas. En Columbia Británica una estatua del capitán James Cook fue arrojada al mar y en St. John´s una estatua dedicada a un policía, además de dos edificios, fueron vandalizados con pintura roja.
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