Redacción ZENIT
(ZENIT News Agency, 27.07.2021).- El Centro Católico Multimedia publicó el 20º Reporte de decesos en el contexto de la pandemia y en ámbito de ministros de culto de la Iglesia católica y religiosas en México actualizado al 20 de julio de 2021, es decir, el período particular de relajación de medidas preventivas y la llamada tercera ola de contagios.
Entre abril y junio de 2021 el semáforo epidemiológico devolvió a diversos estados del país al color amarillo y verde. Fue el periodo en que -curiosamente- el covid casi no existió por razón de las campañas políticas previas a las elecciones. Particularmente Ciudad de México, después de seis meses entre semáforo naranja y amarillo, el 7 de junio regresó a un efímero color verde que pronto se revirtió por el acelerado incremento de contagios y de hospitalizaciones. Al 23 de julio la capital del país estaba en color naranja.
En la semana del 5 al 18 de julio, 19 estados estaban en color verde, 8 en amarillo, 5 en naranja y ninguno en rojo. En la Iglesia católica ese descenso en el número de contagios dio lugar a celebraciones con aforos limitados, pero de progresiva apertura.
Hasta donde se conoce, en las diócesis donde los estados están en verde o amarillo, los obispos locales no se habían pronunciado por el fin de la dispensa del precepto dominical; sin embargo, a través de redes sociales se insistió en invitar a los fieles a regresar a los templos, además de la formulación previa de protocolos para el regreso seguro a templos.
En marzo de 2021 el gobierno de la Ciudad de México emite las “Medidas de protección a la salud que deberán cumplir los servicios religiosos para reanudar actividades hacia un regreso seguro a la nueva normalidad en la ciudad de México”. El objetivo del documento fue “emitir las medidas sanitarias para evitar el contagio y contener la propagación, tomando como referencia las disposiciones que las autoridades sanitarias federales y locales han emitido al respecto; asimismo, establecer medidas y recomendaciones adicionales para disminuir al máximo el riesgo de contagio en el desarrollo de sus actividades, campos de acción y centros de congregación, considerando como mínimo las medidas contempladas en el Plan y demás normativa aplicable”.
Medidas similares fueron las del Plan de Reactivación Económica del Gobierno de Jalisco de febrero de 2021 en donde se establecieron “medidas estandarizadas de seguridad e higiene que permitan la mitigación de riesgo de infección por SARSCOV-2 causante de COVID-19 derivado de las actividades que el desarrollo de actividades en Iglesias y centros de culto o adoración, a implementar en el marco de la estrategia de Reactivación Económica del Plan Jalisco 2021”.
En cuanto la vacunación del clero, como se había señalado en el 19 reporte del Centro Católico Multimedia, algunos obispos recibieron la inmunización por pertenecer al sector de adultos mayores. Sin embargo, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el obispo auxiliar de Monterrey Alfonso G. Miranda Guardiola, admitió en la conferencia de medios con motivo de la presentación del Mensaje al Pueblo de Dios en la conclusión de la CX Asamblea de la CEM, el jueves 15 de abril, que el organismo estará en el “inicio del recuento” del número de obispos vacunados dado que en noviembre, ante la celebración de la CXI Asamblea, se estarán renovando los cargos que exigen la presencia de los prelados por no existir una “validación de votación electrónica”.
En ese momento, no existía un reporte oficial de obispos vacunados. Lo anterior comprendería igualmente al personal entre sacerdotes, religiosas y laicos y personal de apoyo para la realización de dicha asamblea. Igualmente, en ese reporte se advierte de la falta ausencia de un censo por diócesis y arquidiócesis que permita dar un panorama general de los diáconos permanentes, presbíteros, obispos auxiliares y titulares, además de religiosas vacunadas.
Esto supone un gran vacío ante la necesidad de verificar las garantías que permitan un regreso seguro a los templos igualmente de quienes son responsables ante una comunidad. Por otro lado, debe destacarse el extraordinario papel del Observatorio de la arquidiócesis de Morelia, mismo que ha seguido periódicamente el comportamiento del covid-19 en el territorio arquidiocesano. Es de los escasos observatorios y organismos eclesiales arquidiocesanos que han dado puntual información acerca del comportamiento de la pandemia además de mantener actualizados los nombres de los presbíteros fallecidos.
Datos del 20º reporte
Con la actualización de casos, los clérigos y religiosas fallecidos por covid-19 en el período 1 de mayo al 20 de julio son 5 obispos, 238 sacerdotes, 12 diáconos permanentes y 9 religiosas, lo que da un total de 264 decesos.
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