Manila (Agencia Fides) - Es urgente contrarrestar "la espiral de odio" que se está gestando en la sociedad. Así lo afirmaron los obispos filipinos al término de su 118ª asamblea plenaria celebrada en Manila del 26 al 28 de enero. En la carta pastoral emitida al final de los trabajos y enviada a la Agencia Fides, los obispos hablan de "espiral de odio", refiriéndose al atentado contra la catedral de Jolo, que el 27 de enero mató al menos a 20 personas e hirió a más de 80, pero también mencionan el rastro de ejecuciones extrajudiciales que se producen en el contexto de la "guerra contra las drogas".
El texto, firmado por el presidente de la conferencia, el arzobispo de Davao, Rómulo Valles, dice: "El reciente ataque a la catedral de Jolo, donde decenas de personas murieron y muchas otras resultaron heridas, es una prueba más de la espiral de odio que está destruyendo el tejido moral de nuestro país".
La Conferencia Episcopal también hace un llamamiento a abandonar "la cultura de la violencia que ha prevalecido en nuestra tierra, optando por la valentía, el amor, la fe y la convicción. La fe es la fuente de la fuerza de las personas y guía, como una brújula moral y espiritual de la vida de las personas, en diferentes situaciones de la vida cotidiana", subrayan.
"Más que nunca, como miembros de la Iglesia, debemos darnos cuenta de que nuestra fuerza está en mantener intacta nuestra fe, aplicándola, en conciencia, a los complejos y múltiples problemas de la vida: en la elección de líderes, en el ejercicio de la vocación de los ciudadanos, en el crecimiento de las familias, en el trabajo y en las profesiones". Los obispos esperan que "la fe mantenga unidos estos diferentes aspectos de la vida, dejando que la conciencia hable con coherencia en todos los aspectos de nuestra vida, para que el mal sea vencido con el bien".
Después de la asamblea, el arzobispo Valles declaró que, ante una acción malvada como la de Joló, "como creyentes debemos mirar en nuestros corazones y responder con el bien. Esta es la fuerza de nuestra fe".
El arzobispo Antonio Ledesma de Cagayán de Oro, al término de la asamblea, también dijo que el ataque "pretende poner en peligro el proceso de paz en Mindanao, especialmente después del referéndum sobre la Ley Orgánica Bangsamoro, que de hecho es un acuerdo de paz entre el gobierno y los grupos armados de las comunidades musulmanas". Y expresó la esperanza de que "ese ataque no destruya el camino hacia la paz".
(SD) (Agencia Fides 29/1/2019)
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