Kinshasa (Agencia Fides) - “Debido al bloqueo por la lucha contra el Covid-19, en el pueblo de Katogota actualmente observamos el cierre de las fronteras. Por tanto, es imposible que los inmigrantes burundeses que se encuentran en nuestro pueblo regresen a su país”, afirma una nota recibida en la Agencia Fides de la organización humanitaria ACMEJ, que opera en este pueblo de Kivu del Sur, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), en la frontera con Burundi.
Los expatriados burundeses llegaron a la República Democrática del Congo para visitar a familiares y amigos, otros en busca de trabajo, otros huyendo de la inseguridad en su país. Actualmente, algunos son acogidos por familias de acogida, otros se quedan en casas alquiladas. Sin embargo, los conflictos se están multiplicando entre la población de Katogota y los inmigrantes ya no pueden pagar el alquiler de las casas, mientras que algunos de ellos se han convertido en una pesada carga para las familias que los acogen.
El centro médico local, que no tiene los medios económicos para garantizar un tratamiento gratuito, también ha manifestado que está abrumado por la situación de los inmigrantes burundeses que padecen diversas enfermedades y no pueden pagar los gastos médicas. Los burundeses necesitan urgentemente ayuda humanitaria, especialmente para los niños que continúan enfermándose. Por lo tanto, es muy deseable y urgente que las organizaciones humanitarias envíen ayuda a los inmigrantes en dificultades, principalmente medicamentos y asistencia médica.
Esperamos que los gobiernos de Burundi y la República Democrática del Congo lideren una discusión bilateral para la reapertura de las fronteras, en cumplimiento de las medidas de barrera contra el COVID-19. Esto permitiría que estos inmigrantes regresaran a sus hogares y la situación de la comunidad de Katogota se podría aliviar”, concluye la ACMEJ.
(L.M.) (Agencia Fides 17/2/2021)
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