Yangon (Agencia Fides) - Los líderes religiosos birmanos de todas las comunidades de fe, reunidos en la organización “Religions for Peace –Myanmar” están “dispuestos a continuar con el Foro Consultivo sobre Paz y Reconciliación en Myanmar, como un espacio abierto al diálogo, cuando las condiciones sean aceptables, para que todos las partes pueden reunirse y encontrarse”: así ha expresado su disponibilidad a la mediación Religions for Peace Myanmar en un llamamiento recibido también en la Agencis Fides. El Foro está presidido por el cardenal Charles Maung Bo, arzobispo católico de Yangon y alto representante de la Iglesia católica en Asia, como presidente de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC).
En esta fase, marcada por protestas callejeras y episodios de represión (con más de 600 detenciones de manifestantes), los líderes religiosos en particular dirigen “un fuerte llamamiento a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) como un organismo regional comprometido con la paz, la estabilidad y prosperidad, para que ofrezca urgentemente sus buenos servicios a Myanmar como estado miembro”. La Carta Constitutiva de la ASEAN, recuerdan, “compromete a sus miembros con la democracia y los derechos humanos, el estado de derecho y el buen gobierno. Es hora de intensificar el servicio al pueblo de Myanmar, incluidas todas las minorías étnicas, antes de que sea demasiado tarde”, esperan los líderes religiosos pidiendo una participación directa de la ASEAN.
“Con profunda angustia, Religions for Peace Myanmar y Religions for Peace International, en nombre de todas sus entidades regionales y nacionales – se lee en el texto enviado a la Agencia Fides - imploran a todas las partes interesadas que atenúen el triste giro de los acontecimientos en las calles de Myanmar. Se ha derramado demasiada sangre este mes. Religions for Peace está del lado del pueblo de Myanmar en su búsqueda de la santidad de la vida. Condenamos enérgicamente el derramamiento de sangre de inocentes”. Religions for Peace reúne a líderes de diferentes tradiciones religiosas, que promueven “un mundo sin guerras ni violencia”: “Trabajando en Myanmar, hemos apreciado el progreso de la paz y la democracia durante la última década. Tenemos grandes expectativas de una nación construida sobre estos cimientos”. El reciente giro de los acontecimientos, con la impugnación de los resultados electorales y la toma del poder militar, “ha fragmentado la nación”. Por lo tanto, los líderes piden a todas las partes interesadas que “trabajen por la paz”. “Una nación que sufre desde hace mucho tiempo sólo puede curarse mediante el diálogo, no con la violencia en las calles”. Las tensiones sociales y políticas surgen cuando “los pobres de este país, que ya se enfrentan a múltiples desafíos como la pandemia, la pérdida de medios de subsistencia y la inseguridad alimentaria: necesitan con urgencia la paz para sobrevivir”.
Religions for Peace Myanmar, se une a la organización budista “Ma Ha Na” para pedir la paz y también en al llamamiento de la Conferencia de Obispos Católicos de Myanmar (CBCM), diciendo: “Pedimos a todos, especialmente al ejército, que regresen a la mesa de mediación, para entablar el diálogo, abordar los temas abiertos y reconciliar a la nación”.
(PA) (Agencia Fides 23/2/2021)
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