Yogyakarta (Agencia Fides) – “A menudo vemos las violaciones de los derechos humanos o la violencia política masiva sólo a nivel local o nacional, como si esos abusos o la violencia masiva fueran simplemente asunto de un gobierno local o nacional concreto. Pero desde la perspectiva de la humanidad, cualquier caso de violación de los derechos humanos o de violencia política masiva es un problema para todos nosotros como seres humanos. No importa lo lejos que estén, en términos de tiempo o lugar, estos acontecimientos, las víctimas eran o son seres humanos como nosotros. Su sufrimiento es también nuestro sufrimiento. Cualquier injusticia hacia ellos es una injusticia hacia nosotros. Por eso debemos trabajar juntos para encontrar la solución. Y para evitar que estos hechos se repitan”: así lo afirma el jesuita indonesio padre Baskara T. Warday director del Centro de Estudios sobre Democracia y Derechos Humanos (PUSDEMA) de la Universidad Sanata Dharma de Yogyakarta (Indonesia). El sacerdote ha publicado recientemente el texto “Memori Genosida” (Memoria del Genocidio), tras participar en 2017 en un proyecto en el que participaron educadores indonesios en la Conferencia Internacional sobre Educación y Holocausto.
Se trata de un programa de formación organizado por la UNESCO y el Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos, con el objetivo de promover el conocimiento del Holocausto pero, de forma más general, sobre los temas de la memoria y la trágica experiencia del genocidio que afecta a tantos países del planeta. De esa experiencia nació la reflexión de “Memori Genosida”. El padre Baskara habla especialmente en relación con los graves acontecimientos de derramamiento de sangre que tuvieron lugar en Indonesia en 1965, cuando cayó el gobierno de Sukarno de cuyas cenizas nació el “Orde Baru” (Nuevo Orden) del general Suharto.
Entre 1965 y 1966, el ejército indonesio y sus aliados masacraron a cientos de miles de personas por el mero hecho de ser tachados de “comunistas”, con la complacencia de los gobiernos occidentales. Antes de su destrucción en 1965, el Partido Comunista Indonesio (PKI, en su abreviatura indonesia) era el tercer partido comunista del mundo. Pero ese año, cientos de miles de sus miembros y partidarios fueron asesinados en uno de los grandes crímenes del siglo XX.
Recordando lo sucedido en Indonesia en la segunda mitad de los años 60, el sacerdote dice: “Leyendo la literatura sobre el Holocausto, aprenderemos también a ver la violencia de 1965 en comparación con otros casos similares en el mundo. Más concretamente, queremos recordar que tanto las víctimas como los autores de ese horrible suceso eran seres humanos como nosotros. De la misma literatura también queremos aprender cómo afrontar una situación de posguerra. Y ciertamente - concluye el jesuita -, también queremos aprender a evitar que se repitan actos de violencia y asesinatos masivos similares”.
(MG-PA) (Agencia Fides 28/4/2021)
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