Abidjan (Agencia Fides) – “Es necesario informar y formar bien y objetivamente las conciencias sobre el problema de la brujería; es necesario integrar las cuestiones pastorales de la brujería y de la liberación en la pastoral ordinaria de las diócesis y de nuestro país.
Es necesaria una pastoral clara y organizada, establecida por las autoridades de la Iglesia respecto a este tema específico, con una línea clara sobre el uso de la oración de liberación y el exorcismo. Por último, se puede considerar el campo de la brujería como un lugar privilegiado para el trabajo de inculturación”: estas son las conclusiones del VIII Coloquio organizado por el Instituto Misionero Católico de Abiyán (ICMA) e ilustrado a la Agencia Fides por el padre Paul Zikpi, Presidente del Comité Científico, que ha presentado el informe final del simposio.
“La brujería es una realidad en África, una realidad que perturba nuestra convivencia y, por lo tanto, como instituto de formación teológica tenemos interés en tener en cuenta las realidades de nuestro entorno y reflexionar sobre todo ello desde la fe”, afirma el hermano Paul Koukovi Zipki, director de investigación y publicaciones del ICMA.
Filósofos, teólogos y psicólogos han participado en el simposio sobre el tema “Brujería en África, ¿qué caminos para la liberación?”, celebrado los días 16 y 17 de abril en el campus del ICMA. Los participantes han debatido sobre tres aspectos del problema: la dimensión sociológica y analítica, la dimensión teológica y, por último, la dimensión pastoral y social, con el fin de explicar el problema de la brujería y buscar los medios para liberar las mentes y las conciencias individuales y colectivas.
Su Exc. Mons. Jean Salomon Lezoutié, obispo de Yopougon, en su ponencia “La necesidad de liberarse de la brujería” ha reiterado que los principales remedios recomendados por la Iglesia para hacer frente a la brujería son el ayuno y la oración.
Por su parte, Wilfried Kpoda, psicólogo clínico y psicopatólogo, ha destacado la necesidad de “luchar contra el miedo a los magos, que crea psicosis en la mente de las personas”. “Es necesario – ha dicho -, organizar sesiones de sensibilización, información y formación con las poblaciones sobre los mecanismos y estrategias de la brujería, para que dejen de tener miedo a los brujos y tengan las armas necesarias para luchar contra esta práctica”.
La conferencia ha recordado las palabras del Papa Benedicto XVI que, con motivo de sus dos viajes apostólicos a África -a Camerún y Angola en 2009, a Benín en 2011- denunció la corrupción, la brujería y el tribalismo como principales responsables de las lacras que afectan al continente. Observando la calamidad generalizada de la brujería, el Papa señaló que “los corazones de los bautizados están a veces divididos entre el cristianismo y las religiones tradicionales africanas”. “Al tratarse de un problema regional”, recomendó, “será oportuno realizar un esfuerzo conjunto de las comunidades eclesiales contra esta calamidad, buscando determinar el significado profundo de estas prácticas, identificar sus riesgos pastorales y sociales para elaborar un método que conduzca a su erradicación definitiva, con la colaboración de los gobiernos y la sociedad civil”.
En el Sínodo para África de 2009 ya se denunció la brujería como un “drama social”: en las familias pobres o golpeadas por la desgracia, se afirmó en aquel momento, se busca al culpable y a menudo los más débiles son los perdedores, que son torturados o asesinados. Según Unicef, decenas de miles de niños de muchos estados africanos siguen siendo torturados o asesinados por brujería.
(S.S.) (Agencia Fides 22/4/2021)
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