Nueva Delhi (Agencia Fides) - Profunda preocupación y angustia por la segunda ola de Covid-19 que afecta gravemente a la nación y plena cercanía y solidaridad con toda la población india. Con estos sentimientos, los obispos indios intervienen en la fase de crisis que atraviesa la nación, severamente probada por la ola pandémica. La Iglesia Católica observa con extrema preocupación que la India está registrando un número récord de casos de coronavirus y de muertes, mientras que hay una alarmante escasez de medicamentos, vacunas e incluso de suministros de oxígeno y camas en los hospitales. El sistema sanitario, según los observadores, está al borde del colapso.
El Arzobispo Prakash Mallavarapu, Presidente de la Comisión de Salud de la Conferencia Episcopal de la India (Cbci), explica a la Agencia Fides: “Se puede decir que la causa principal de esta trágica situación es la complacencia del gobierno y la falta de conciencia pública. La negligencia está poniendo en aprietos a todo el mundo mientras el país lucha contra un aumento récord de los contagios”. De hecho, India ha exportado sus más de 60 millones de vacunas Covid a 84 países, mientras que los centros de vacunación del país sufren escasez de vacunas.
“Ciertamente ha habido un gran error de evaluación por parte del gobierno y del público en general: se ha prestado poca atención a las normas de distanciamiento social, mientras que la maquinaria estatal ha ignorado el cumplimiento de las normas”, ha dicho el arzobispo Mallavarapu. “La mayoría de los habitantes de la India son pobres y el gobierno debe tenerlo en cuenta. Inicialmente, nos limitamos a establecer el confinamiento indefinido, como las naciones europeas, por ejemplo. Sin embargo, el aislamiento prolongado llevó a la miseria la vida de los más pobres. Así que posteriormente hubo que flexibilizar las normas para que la gente pudiera ganarse el pan. Ahora nos encontramos en medio de una trágica emergencia nacional”, señala el Arzobispo, al indicar la falta de previsión política y estratégica para hacer frente a la pandemia.
El obispo Chacko Thottumarickal, de la diócesis de Indore, en el estado de Madhya Pradesh, (centro de la India), también dice estar conmocionado por la actual crisis sanitaria: “Muchos están muriendo. Conozco a toda una familia cristiana que se ha visto contagiada y ha desaparecido. Incluso uno de nuestros jóvenes obispos está hospitalizado con Covid. Los informes de los medios de comunicación aquí discuten habitualmente las cifras de mortalidad del gobierno, y algunas cadenas dan cifras reales mucho más altas sobre muertes y contagios”, señala el obispo Thottumarickal, ex presidente de la Oficina de Comunicaciones de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia. “Las 60 camas de nuestro hospital están llenas y recibimos al menos 200 solicitudes de ingreso al día. ¿Qué podemos hacer?”, señala.
El padre jesuita Cedric Prakash, comprometido en el ámbito social cultural, dice a Fides que “la situación en todo el país es un caos. La gente está muriendo por falta de suministros médicos. Los pacientes esperan en la cola para recibir tratamiento durante horas, mientras que los crematorios no pueden recibir y eliminar los numerosos cadáveres. El padre Prakesh, que reside en Gujarat, en el oeste de la India, informa de que al menos cinco jesuitas murieron la semana pasada, y muchos otros sacerdotes y religiosas de otras partes de la India están afectados por el virus o en estado grave. “El gobierno miente descaradamente sobre las cifras oficiales de la cruda realidad. A menudo los casos de muertes e infecciones no se denuncian”, señala.
Según el padre Prakash, “el tiempo se acaba para todos. Los gobiernos federal y estatal deben actuar rápidamente para salvar al país de la pandemia”. Además de la imprudente exportación de vacunas, oxígeno y medicinas, el padre Prakash señala que “el país está soportando la peor parte de la calamidad por su incapacidad para limitar las reuniones públicas no necesarias como las grandes multitudes en muchos ámbitos, como el deporte, la política o la religión: las multitudes han seguido reuniéndose para ver el partido de cricket, para los mítines políticos previos a las elecciones, para las celebraciones de bodas y para las asambleas y rituales religiosos hindúes”.
(SD-PA) (Agencia Fides 26/4/2021)
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