Abidjan (Agencia Fides) – “La responsabilidad de la Iglesia en la protección de menores y personas vulnerables en Costa de Marfil” ha sido el tema central de la conferencia-debate organizada por ICMA, el Instituto Católico Misionero de Abidjan, celebrada el 18 de diciembre. El propósito de esta conferencia, según el padre Paul Zikpi, doctor en teología moral, director de investigación y publicaciones del ICMA, “es permitir que todos tengan una comprensión amplia de la realidad de los abusos que se practican contra menores y personas vulnerables, así como la responsabilidad que incumbe a la Iglesia en Costa de Marfil y a todos en el deber cívico y cristiano hacia estas personas que son nuestros hermanos y hermanas”.
Hablar de la responsabilidad de la Iglesia hacia la protección de los menores y las personas vulnerables es reafirmar una de las dimensiones esenciales de la misión de la Iglesia en medio del mundo: la opción preferencial por los niños, pobres y pequeños, proclamada por Cristo en su enseñanza sobre las bienaventuranzas (cf. Mt 5, 3-12).
Tres ponentes han hablado respectivamente sobre: “la situación de malos tratos y abusos en Costa de Marfil y la acción del centro CPM-PV de ICMA, (el centro de protección de menores y víctimas vulnerables de abusos)”; “la utilidad y disponibilidad de atención psicológica y espiritual para actores y víctimas de abusos”; “la acción social y eclesial para la protección de menores y personas vulnerables en Costa de Marfil: la experiencia de la ONG SOS Violence Sexuelle”.
“Nos dimos cuenta de que el fenómeno del abuso estaba dañando profundamente la vida de nuestros ciudadanos; para remediarlo privilegiamos el tema de la concienciación para que todos sean conscientes de que abusar de un niño significa destruir no solo a ese niño sino también destruir a toda la sociedad”, ha dicho la hna. Solange Sia, doctora en teología espiritual, directora del centro CPM-PV del ICMA.
El profesor Ossei Kouakou, vicepresidente de psicólogos de Costa de Marfil, director de la ONG “SOS Sexual Viole” ha indicado que “la acción social y eclesial debe ser la movilización de todas las energías para que la gente comprenda la importancia del amor al prójimo, la solidaridad, la compasión, del no quedar indiferente: el ideal a seguir es que debemos asegurarnos de que haya alegría a nuestro alrededor y que todos puedan encontrarse a sí mismos”.
(S.S.) (Agencia Fides 21/12/2020)
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