Castel Gandolfo (Agencia Fides) - “El nuestro es un colegio muy particular: fue fundado en 1976, por deseo del Papa Pablo VI para las religiosas de las congregaciones religiosas femeninas diocesanas que han surgido recientemente. Son las congregaciones mejor insertadas en la pastoral de las Iglesias locales. Estas congregaciones jóvenes a menudo cuentan con miles de religiosas que nunca han estudiado teología. Es a estas religiosas a quienes se da la prioridad”, así lo afirma en una entrevista con la Agencia Fides la hna. Jolanta Plominska, religiosa polaca de loa Misioneras de San Pedro Claver, Rectora del Colegio Pontificio Mater Ecclesiae. La estructura, de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ofrece a las religiosas de África, Asia, América Latina, Oceanía - de aquellos territorios que están bajo la jurisdicción del Dicasterio Vaticano de “Propaganda Fide” - una experiencia de formación y estudio para prepararse para la misión evangelizadora en el propio país. Dentro del mismo Colegio, para facilitar el estudio de las hermanas, se ha establecido una sección de la Universidad Pontificia Urbaniana, compuesta por 8 aulas, donde se imparten lecciones regulares y se otorgan títulos académicos.
“Las hermanas - explica la hna. Jolanta, ilustrando esta experiencia formativa - después de haber vivido y estudiado en el Colegio durante tres a seis años, regresan a sus congregaciones con una competencia especial en derecho canónico, misionología, espiritualidad, vida consagrada, catequesis o teología bíblica. Luego son introducidas en las actividades pastorales para hacer crecer su Congregación y, en consecuencia, toda la Iglesia local”. Este proceso, señala la Rectora, “lo había ya entendido bien la Beata María Teresa Ledóchowsk, fundadora de las Hermanas Misioneras de San Pedro Claver, instituto al que pertenezco. La Beata decía a los benefactores: si ayudamos a formar un sacerdote o una religiosa, ayudaremos a miles de personas”.
La jornada en la comunidad del Colegio, que acoge a más de noventa religiosas de todo el mundo, comienza con la meditación alrededor de las seis de la mañana; seguida de la oración de la Liturgia de las Horas, la Santa Misa y luego comienzan las clases, programadas tanto por la mañana como por la tarde. La hna. Jolanta señala: “La formación en la vida religiosa es muy importante. La mayoría de las hermanas que viven en el Colegio, cuando regresan a sus países de origen, suelen trabajar a menudo en actividades formativas: serán ellas las que formen a las novicias o ayuden a las parroquias. Su preparación es fundamental”.
La Rectora concluye: “Tengo un sueño para cada una de las hermanas que pasan por el colegio: que pueda pasarles lo que me ocurrió a mí una vez en África. Caminando por las calles de un pueblo, jugando con los niños y viviendo con ellos, se acercó una mujer diciendo: He sentido que Dios ha vuelto a caminar por nuestras calles. En el Colegio Mater Ecclesiae tratamos de acompañar a las religiosas, porque así caminamos con su gente”.
(MI) (Agencia Fides 29/12/2020)
Adjuntos del artículo
Hna. Jolanta Plominska, Rectora del Colegio Mater Ecclesiae
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