Bissau (Agencia Fides) – “Hoy es urgente reconstruir la persona, el corazón del pueblo, porque la gente sufre psicológica y espiritualmente, además de por la pobreza. Es necesario promover la reconciliación y la paz. Bafata es una región habitada por muchos musulmanes, por lo que es necesario el diálogo para trabajar juntos”. Con estas palabras, en una entrevista concedida a la Agencia Fides (véase Fides 6/7/2001), su Excmo. Mons. José Pedro Carlos Zilli, obispo de Bafatà, en Guinea Bissau, describía la situación de la diócesis, entonces recién formada, al momento de asumir su nuevo cargo.
Mons. Zilli, de 67 años, falleció el pasado 31 de marzo, debido a complicaciones por Covid-19 en el hospital de Cumura, en las afueras de Bissau, donde estaba ingresado desde hacía dos semanas.
Mons. Zilli era misionero del PIME (Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras) y antes de su nombramiento como obispo de Bafatà ya había pasado 14 años en Guinea Bissau (1985-1999) ocupando diversos cargos, entre ellos el de vicario parroquial en Bafatà y el de superior regional de su instituto. Nacido en 1954 en el estado de São Paulo (Brasil), el padre Zilli fue el primer misionero brasileño nombrado ordinario de un territorio de misión fuera de Brasil.
En la entrevista con la Agencia Fides, Mons. Zilli, recordó su pasada experiencia como misionero en el país africano, haciendo especial referencia a las relaciones con los musulmanes: “Durante mi estancia instauramos relaciones muy buenas de amistad: teníamos un cocinero musulmán que trabajaba para nosotros y era una persona exquisita, a través de él aprendí a conocer y a amar a los musulmanes. Además, los musulmanes también aman a los misioneros: especialmente con la guerra vieron que la Iglesia ama a la gente, sin hacer ninguna distinción. En general la relación es buena: no hay extremismo como en otros lugares. Ya hemos trabajado juntos en algunos proyectos sociales, en las escuelas, aunque sea solo en las fases iniciales. Algunos de los misioneros han tenido una relación más profunda, especialmente en el ámbito médico”.
Mons. Zilli anunció claramente cuáles eran sus prioridades pastorales como primer obispo de la nueva diócesis. “Los cristianos son pocos y deben ser educados para dar su testimonio sin miedo, sino con alegría... En el primer lugar de mi agenda de trabajo pongo la evangelización, luego el trabajo por las vocaciones, la familia, el compromiso en lo social, el diálogo, la inculturación, y muchas otras cosas que vendrán...”.
(L.M.) (Agencia Fides 9/4/2021)
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