Celam
Quito (Agencia Fides) –Este domingo 11 de abril, se celebró la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador. El conteo oficial realizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) del 97,97% de los votos, decretó que Guillermo Lasso, banquero y empresario, obtuvo el 52,48% de los votos, mientras que su competidor Arauz, se detuvo en el 47,52%.
En un comunicado publicado con fecha del 11 de abril, recibido también en la Agencia Fides, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), “como hermanos y servidores, de todos”, invitan “a las autoridades electorales a garantizar la transparencia y la veracidad de los resultados; a los candidatos, simpatizantes y ciudadanía en general a esperar y aceptar los resultados oficiales con dignidad y patriotismo", ya que “la campaña quedó atrás. ¡Es la hora del Ecuador!”
Los obispos se dirigen a quienes han sido elegidos para recordarles su compromiso “de dar lo mejor de sí, de tal modo, que las aspiraciones de nuestro pueblo sean satisfechas, tal como lo prometieron durante la campaña electoral”. Además piden la superación de “los fanatismos ideológicos y las posiciones extremistas”, así como "gobernar con sabiduría, a legislar con justicia y transparencia". Por otra parte, recuerdan que es necesario el respeto de cuantos piensa diferente y reiteran “el diálogo, en el sistema democrático, es imprescindible para garantizar la credibilidad de las autoridades y la confianza de los ciudadanos”.
"Nuestro llamamiento es estar siempre cercanos a la población, compartiendo y escuchando sus necesidades, especialmente a las personas más vulnerables, de tal modo que, juntos, encuentren las mejores soluciones” piden los obispos, reiterando la necesidad de “una cultura de la escucha”, de tal modo que nadie se atribuya el derechos de pensar y decidir por los demás.
En su misiva piden a quienes han sido elegidos que asuman el poder “como un servicio a la comunidad, especialmente a los más vulnerables, y no como un instrumento de dominación, de prestigio social o de privilegios personales, familiares y partidistas. Los pobres no son objetos ni medios para conquistar el poder y perpetuarse en él, sino sujetos de su propia historia”. Por último reiteran la necesidad de reconocer y respetar los derechos humanos fundamentales, comenzando por el derecho a la vida en todas sus expresiones, a la libertad individual, social, política y religiosa, el derecho a la educación integral, el derecho a un trabajo digno y adecuado, el derecho a la salud, el derecho de la mujer a que su aporte a la sociedad sea reconocido y promovido, así como también el derecho de la naturaleza a ser preservada y defendida. Y para concluir los obispos reivindican el derecho a levantar su “voz profética para denunciar el olvido de los débiles”.
(SL) (Agencia Fides 12/4/2021)
Compartir:
Publicar un comentario