(RV).- "Los aliento a permanecer fieles a la inspiración originaria y a ponerse “en salida” para ir hacia la humanidad herida y descartada, con elecciones evangélicamente eficaces que nacen de la capacidad de mirar el mundo con los ojos de Cristo": con estas palabras el Papa Francisco se dirigió a los 50 participantes en el Capítulo General de la Orden de los Clérigos Regulares Somascos, a quienes recibió en audiencia en la mañana de este jueves en el Vaticano.
Recordando la figura de San Jerónimo Emiliani, el Pontífice instó a los presentes en la Sala del Consistorio a seguir la inspiración originaria del fundador de la Orden, que tuvo el ideal de “reformar la Iglesia a través de las obras de caridad”, con “un método educativo fuertemente centrado en la persona y en su dignidad”, ocupándose de los últimos de la sociedad, en especial de los huérfanos y de la juventud abandonada.
Refiriéndose en particular a los huérfanos, el Pontífice se detuvo para recordar a los migrantes, menores que él definió ‘medio-huérfanos’: "jóvenes y niños que vienen solos a nuestras tierras y tienen necesidad de parternidad y maternidad. En las embarcaciones tantos vienen solos y necesitan esto. Quisiera subrayar esto, dijo el Papa. Esto es también es vuestra tarea".
Un impulso evangelizador que hoy debe ser llevado a cabo fieles al carisma del Fundador, pero teniendo en cuenta las mutadas condiciones sociales y culturales. Y en este discernimiento, afirmó el Obispo de Roma, “ustedes están sostenidos por los frutos del Jubileo Somasco 2011-2012, que aún hoy hacen tanto bien a sus comunidades”.
Haciendo referencia a la realidad actual de la orden y a la cuestión de su fisonomía internacional e intercultural en relación al servicio de los pobres, el Obispo de Roma los alentó a “ser atentos a las diversas formas de marginalidad en las periferias geográficas y existenciales. “No tengan miedo de ‘dejar los odres viejos’ afrontando la transformación de las estructuras, en donde resulte útil, para un servicio más evangélico y coherente con el carisma original”, les dijo, destacando cómo las estructuras, en ciertos casos, dan falsa protección y frenan el dinamismo de la caridad.
El Pontífice prodigó también palabras de aliento por el trabajo de formación de catequistas llevado a cabo por los padres Somascos, definiéndolo “un servicio muy valioso a las Iglesias locales, en comunión con los pastores y en unión con toda la Iglesia”. “También el diálogo ecuménico necesita de vuestro aporte”, agregó Francisco, notando que “el camino de la unidad es largo y necesita de la escucha paciente de lo que el Espíritu Santo dice a las Iglesias en particular a las comunidades eclesiales en Asia y África, en las cuales – destacó – ustedes obran con ardor apostólico”.
Prosigan y desarrollen la obra inspirada por Dios a San Jerónimo Emiliani, “Patrono universal de los huérfanos y de la juventud abandonada”, prosiguió el Papa, deseando a los padres Somascos “que un renovado ardor misionero los empuje a dedicarse al servicio del Reino de Dios a través de la educación de los jóvenes, para que crezcan firmes en la fe, libres y responsables, valientes en el testimonio y generosos en el servicio. Lleven adelante su camino de seguimiento y su dinamismo apostólico – alentó el Pontífice – rico de múltiples obras y siempre abierto a nuevas expresiones”.
(MCM-RV)
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