Santiago (Agencia Fides) – “Invitamos a hacer un gran esfuerzo para renovar la esperanza de cada uno en el seno de su familia y en sus ambientes educativo, laboral y comunitario”. Es la exhortación que los obispos chilenos dirigen en su mensaje con motivo del tiempo de Adviento, y al concluir su Asamblea Plenaria que se desarrolló en videoconferencia del 9 al 12 y del 24 al 25 de noviembre. “Nuestro país vive momentos intensos que afectan a las personas y a sus familias, en una compleja situación sanitaria, económica, social y política y en un importante proceso constituyente marcado por el gran deseo de una sociedad más justa e igualitaria”, escriben los obispos.
La llegada del coronavirus ha obligado a cambiar el estilo de vida y a hacer sacrificios, especialmente, para ayudar a los más débiles. El mensaje señala que persisten “situaciones de violencia prolongada”, que afectan sobre todo a mujeres y a niños en sectores con escasos recursos, marcados por el narcotráfico, además de la herida abierta en la región de la Araucanía. La degradación del debate político y la debilidad del liderazgo “no han hecho más que agravar la crisis en la vida social”, subrayan. “Invitamos humildemente a los responsables públicos a afrontar los retos que tenemos como país, pensando en particular en los más pobres y vulnerables”.
“No podemos permitir que la agresión y la intimidación se impongan como una forma legítima de convivencia”, reiteran los obispos, recordando que “la gran mayoría de las personas luchan cada día por un futuro más digno, con respeto a los demás. Para ello acudieron a las urnas pacíficamente, para expresar una opinión que debe ser escuchada” (ver Fides 27/10/2020). “Lo que compete a todos es colaborar para que el camino trazado se realice en paz y de forma clara. Como hemos subrayado, quienes están llamados al servicio en la política, en sus diversas expresiones, reciben un mandato que está, sobre todo, al servicio del bien común de la sociedad, y esto requiere la apertura de todos al diálogo sincero y franco. También en la Iglesia, los pastores expresamos nuestra voluntad de escuchar lo que el Pueblo de Dios quiere mostrarnos”, explican los prelados.
Finalmente, los obispos recuerdan que “los cristianos están llamados a participar en los asuntos relevantes de la comunidad”. Como la solidaridad en tiempos de escasez y pandemia, el apoyo a los migrantes y la preocupación por la crisis climática nos han movilizado, “hoy el proceso constituyente nos pertenece a todos”. A lo largo de los siglos, distintos pueblos, incluido el chileno, han sido iluminados por los valores del Evangelio, por la dignidad inalienable de todo ser humano, por la justicia, la paz, el bien común y por muchos otros valores muy queridos. “Esperamos que los líderes elegidos democráticamente por los ciudadanos sean capaces de traducir estos valores en una Carta, en leyes y en decisiones fundamentales que respeten los valores humanos para el bien de todos”, concluyen.
(SL) (Agencia Fides 27/11/2020)
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