(zenit – 26 nov. 2020)-. El sacerdote y pedagogo español, Andrés Manjón y Manjón (1846-1923), fundador de las escuelas del Ave María, vivió las virtudes humanas y cristianas de manera “heroica”, es decir, evangélica.
La Congregación para las Causas de los Santos, con la aprobación del Papa Francisco, promulgó el lunes 23 de noviembre de 2020 un decreto que reconoce las “virtudes heroicas” de Andrés Manjón y Manjón. El reconocimiento de un milagro abriría la puerta a su beatificación.
El Papa Francisco aprobó, en una audiencia concedida al nuevo prefecto y cardenal designado Marcello Semeraro, la publicación de ocho decretos de la Congregación para las Causas de los Santos por un milagro, el martirio de 127 personas y las “virtudes heroicas” de seis bautizados.
Andrés Manjón y Manjón nació el 30 de noviembre de 1846 en Sargentes de la Lora, indica en español el sitio de la Fundación Ave María de Granada. Proveniente de una familia modesta, fue criado por su tío, el párroco de Sargentes, y por su madre.
Muy pronto, Andrés mostró una gran capacidad de estudio, por lo que su tío decidió guiarlo hacia el sacerdocio.
En 1861, su tío lo llevó al seminario de Burgos, donde “después de mucho trabajo y lucha” pasó el primer año con excelentes calificaciones. Continuó sus estudios de Filosofía y Derecho, también con magníficos resultados.
A la edad de 26 años, después de completar sus estudios, llegó a Valladolid, donde enseñó durante un corto período. En la Universidad de Salamanca ocupa la cátedra de Derecho Romano. En 1874 llegó a Madrid al Colegio San Isidoro y continuó sus estudios en la Academia de Jurisprudencia y Legislación. En 1878 enseñó en la Universidad de Santiago de Compostela. En 1880, enseñó Disciplina Eclesiástica en la Universidad de Granada.
El 19 de junio de 1885 fue ordenado sacerdote y nombrado canónigo de la abadía.
Un día, a finales de 1888, al pasar por una de las cuevas del Sacromonte, oyó a unos niños recitar el Ave María, lo que le llevó a iniciar su trabajo pedagógico con ellos. Fundó las escuelas del Ave María, su obra capital, a la que dedicó todo su dinero, esfuerzo y tiempo.
Para 1918, las escuelas de Ave María existían en 36 provincias españolas. Durante su vida, se abrieron unas 400 escuelas en todo el mundo.
También fundó el “Seminario de Maestros” para formar a los futuros líderes de las escuelas Ave María. El P. Manjón da mucha importancia a la formación de los maestros, porque dice que el maestro puede ser un formador o un defensor del carácter de una persona. La inauguración del “Seminario de Maestros” tuvo lugar el 12 de octubre de 1905. Era una obra muy querida para él.
Durante los primeros años de su estancia en Granada, el padre Manjón escribió un tratado de derecho canónico, considerado uno de los mejores de su época. A lo largo de su vida escribió muchas obras de carácter pedagógico, al servicio de la educación y de su ministerio sacerdotal, en un estilo muy simple y claro.
En 1900 recibió el título de “Hijo Predilecto de Granada” y en 1909 el de “Hijo Predilecto de la Provincia de Burgos”. Su humildad no le permitió asistir a la ceremonia de entrega de premios.
Murió en Granada el 10 de julio de 1923.
Está enterrado en una sencilla cripta en la capilla de la Casa Madre del Ave María. En su lápida están inscritas las letras “A M” para marcar su vida humilde y sencilla.
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