Seúl (Agencia Fides) - El misionero irlandés de la Sociedad de San Colombano, el padre Kevin Laurence O'Rourke, ha traducido al inglés más de 2.000 obras literarias coreanas. Su labor misionera en los campos de la cultura, la docencia académica, la poesía y de la literatura, quedará grabada en la historia de la Iglesia coreana. Con esta convicción la comunidad de católicos de la península celebra y recuerda el trabajo del padre Kevin Laurence O'Rourke, fallecido a los 81 años, el pasado 23 de octubre. Fue un misionero y erudito que se sumergió totalmente en el contexto cultural coreano, recibiendo varios premios por sus destacadas contribuciones a la literatura coreana. Ganó el Premio Nacional de Literatura Coreana en 1989 por sus traducciones de poemas coreanos y en 2007 recibió la ciudadanía coreana honoraria por sus méritos.
Kevin Laurence O'Rourke, nacido en Cavan, Irlanda, en 1939, ingresó en la Sociedad Misionera de San Columbano y fue ordenado sacerdote en 1963. Enviado en misión a Corea, comenzó su ministerio pastoral como pastor asistente en la iglesia de Soyangro en Chuncheon, provincia de Gangwon. Durante su estancia en Corea del Sur, mostró mucho interés por la cultura y la literatura coreanas y se sumergió en esos estudios. Se convirtió en el primer extranjero en obtener un doctorado en literatura coreana de la Universidad de Yonsei, Corea, en 1982. Al mismo tiempo, comienza a enseñar en la Universidad de Kyung Hee, que ocupara de 1977 a 2005.
El padre O'Rourke ha traducido al inglés varias colecciones de poemas, novelas y otras obras literarias coreanas, como la novela “The Square” de Choi In-hun, la novela de Lee Mun-yol “Our Twisted Hero”, la colección de poemas So Chong-ju “Poems of a wanderer: selected poems of Midang So Chong-ju” y “Alas: Volumen 091” de Yi Sang. Además de traducir obras de la literatura moderna, editó y tradujo obras de la literatura tradicional coreana, como letras de canciones y poesías de las épocas de Goryeo y Joseon. Entre sus diversos galardones, recibió el ganador del Premio Literario Daesan y el segundo premio de traducción del Korea Times en 1971.
En sus palabras y conferencias siempre afirmó su pleno aprecio por la cultura y la historia coreanas, por la mentalidad, el carácter, la fuerza y la sabiduría de la gente del este de Asia, características que emergen en los textos literarios, junto con historia. Alabó y contó cómo el pueblo coreano había aceptado, gracias a su tenacidad, el mensaje del Evangelio en su cultura.
La Iglesia coreana le rindió homenaje en la Universidad Católica Coreana “Eunpyeong St. Mary's Hospital”, mientras que, según su voluntad, sus restos descansan en Corea, su patria adoptiva, en la casa de la Sociedad Misionera de San Columbano en Seúl.
(SD/PA) (Agencia Fides 25/11/2020)
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