Por: Tim Daniel
Apenas iniciar su mandato, una de las primeras “órdenes ejecutivas” del presidente Biden fue la que posibilitó que las así llamadas “personas trans” (nacidos biológicamente de un sexo pero auto-percibidos del contrario) pudieran elegir no sólo a qué baño de una escuela pública acudir sino también que no se les niegue el acceso a competiciones deportivas con el sexo con el que se identifican.
Gracias la movilización de organizaciones de la sociedad civil, como la American Family Association (AFA), al menos en 30 estados de la Unión Americana los legisladores han presentado proyectos para que los hombres nacidos biológicamente tales no puedan competir contra mujeres: “Esto es una obviedad, pero el hecho de que los estados deben aprobar tales medidas nos permiten saber que estamos tratando con radicales de género a los que no les importan los avances logrados por las niñas y las mujeres en los últimos cincuenta años”, dicen desde AFA.
Hasta el momento los estados de Idaho, Arkansas y Alabama han legislado a favor de que los hombres que se perciben mujeres no puedan competir deportivamente contra éstas.
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