Dos fuertes y claros pronunciamientos del Papa sobre el flagelo de la explotación infantil

(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 19.11.2021).- Por la tarde del viernes 19 de noviembre, el Papa recibió en audiencia privada a participantes en la Conferencia Internacional “Erradicar el trabajo infantil. Construir un mundo mejor”, que organizó el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral en el Vaticano. “Con la forma en que nos relacionamos con los niños, el grado en que respetamos su dignidad humana innata y sus derechos fundamentales, expresamos qué tipo de adultos somos y queremos ser y qué tipo de sociedad queremos construir”, dijo el Papa al inicio del discurso. En ese mismo discurso el Santo Padre constató que “el empleo de niños en las actividades laborales persiste en todas partes del mundo, conmocionando y perturbando. Esto pone en riesgo su salud, su bienestar psicofísico y les priva del derecho a la educación y a vivir la infancia con alegría y serenidad”. Subrayó que esto se agravó por razón de la pandemia. Según estimaciones mundiales sobre el trabajo infantil publicada por la Organización Mundial del Trabajo en 2017, 152 millones de niños de 7 a 17 años realizan trabajo infantil, 73 millones de ellos es un trabajo peligros.

A continuación ofrecemos dos claros y contundentes pronunciamiento del Papa sobre este tema tomados del discurso que dijo a las participantes en las Conferencia. Los destacados en negrita son de ZENIT. El resto es textual:

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El trabajo infantil no debe confundirse con las pequeñas tareas domésticas

El trabajo infantil no debe confundirse con las pequeñas tareas domésticas que los niños, en su tiempo libre y según su edad, pueden realizar en el contexto de la vida familiar, para ayudar a padres, hermanos, abuelos u otros miembros de la comunidad. Estas actividades son, en general, propicias para su desarrollo, porque te permiten poner a prueba tus habilidades y crecer en conciencia y responsabilidad. ¡El trabajo infantil es otra cosa! Es la explotación de niños en los procesos de producción de la economía globalizada en beneficio de las ganancias y ganancias de otros. Es una negación del derecho de los niños a la salud, la educación, el crecimiento armónico, que también incluye la posibilidad de jugar y soñar. Esto es trágico. Un niño que no puede soñar, que no puede jugar, no puede crecer. Está robando a los niños el futuro y, por lo tanto, la humanidad misma. Es una violación de la dignidad humana.

Las causas que exponen a los niños a la explotación laboral

La pobreza extrema, la falta de trabajo y la consecuente desesperación en las familias son los factores que más exponen a los niños a la explotación laboral. Si queremos erradicar el flagelo del trabajo infantil, debemos trabajar juntos para erradicar la pobreza, para corregir las distorsiones del sistema económico actual, que centra la riqueza en manos de unos pocos. Necesitamos alentar a los Estados y a los actores empresariales a crear oportunidades de trabajo decente con salarios justos que permitan a las familias satisfacer las necesidades de sus hijos, sin verse obligadas a trabajar. Debemos unir nuestros esfuerzos para promover una educación de calidad en todos los países, gratuita para todos, así como un sistema de salud accesible a todos sin distinción. Todos los actores sociales están llamados a combatir el trabajo infantil y las causas que lo determinan.

Traducción del italiano realizado por el P. Jorge Enrique Mújica, LC

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