(ZENIT Noticias / Roma, 15.11.2021).- El Decreto General “Las asociaciones de fieles”, que regula el ejercicio de gobierno en las asociaciones internacionales de fieles, promulgado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y que entró en vigor el 11 de septiembre de 2021, establece que «los mandatos en el órgano central de gobierno a nivel internacional pueden tener una duración máxima de cinco años cada uno» (art. 1) y que «una misma persona puede ocupar cargos en el órgano central de gobierno a nivel internacional por un período máximo de diez años consecutivos» (art. 2).
El Dicasterio vaticano establece además que «las asociaciones en las que, en el momento de la entrada en vigor del presente Decreto, los cargos en el órgano central de gobierno a nivel internacional estén conferidos a miembros que hayan superado los límites establecidos en los artículos 1 y 2, deberán prever nuevas elecciones en un plazo máximo de veinticuatro meses a partir de la entrada en vigor del presente Decreto» (art. 4), es decir antes del 11 de septiembre de 2023.
Siendo presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación desde hace más de diez años, don Julián Carrón ha decidido dimitir de su cargo para favorecer desde el principio el proceso de cambio requerido a las asociaciones internacionales de fieles reconocidas por la Santa Sede.
Esta es la carta con que hoy Julián Carrón comunica la decisión a todos los miembros de la Fraternidad de CL:
Milán, 15 de noviembre de 2021
Queridos amigos:
En este momento tan delicado de la vida del movimiento, he decidido presentar mi dimisión como presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación para favorecer que el cambio de guía al que nos llama el Santo Padre –mediante el Decreto sobre el ejercicio de gobierno en el seno de los movimientos– se desarrolle con la libertad que dicho proceso requiere.
Esto llevará a cada uno a asumir en primera persona la responsabilidad del carisma.
Ha sido un honor para mí ejercer este servicio durante años, un honor que me llena de humillación por mis límites y por si hubiera faltado a mi deber con alguno de vosotros. Doy gracias a Dios por el don de la compañía de la que he podido disfrutar, ante el espectáculo de vuestro testimonio cotidiano, del que he aprendido constantemente y del que quiero seguir aprendiendo.
Os deseo que podáis vivir esta circunstancia como ocasión para crecer en vuestra autoconciencia eclesial, para poder seguir testimoniando la gracia del carisma donado por el Espíritu Santo a don Giussani, que hace de Cristo una presencia real, persuasiva y determinante, que ha atravesado nuestra persona, arrastrándonos dentro de un flujo de vida nueva, para nosotros y para el mundo entero.
Siempre vuestro
Julián Carrón
Con información de la Oficina de Comunicación de la Fraternidad Comunión y Liberación.
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