(zenit – 17 nov. 2020).- El 16 de noviembre de 1989, miembros de la fuerza armada de El Salvador asesinaron a seis sacerdotes jesuitas y dos colaboradoras de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). Han pasado 31 años y los culpables no han sido juzgados por matar a los mártires.
Vigilia y Eucaristía
La noche del sábado 14 de noviembre, la UCA realizó la tradicional vigilia por los mártires de la UCA, este año de forma virtual para evitar el contagio de la COVID-19. El domingo 15 celebró una Misa en la cripta de catedral metropolitana de San Salvador, en honor a san Oscar Romero.
El rector de la universidad, el sacerdote jesuita Andreu Oliva, dijo que los mártires trabajaron por la búsqueda de la justicia y no se cansaron nunca de hacer el bien.
El padre expresó que los mártires habían trabajado por la “búsqueda de la paz en el país”, e hizo un llamamiento para que en la actualidad “cesen las confrontaciones y los ataques hacia quienes critican al poder”.
Además, el rector invitó a “hacer justicia a las mujeres a las que no se les reconoce el trabajo en el hogar y de cuidado” y apuntó que “debe haber leyes que garanticen una vida digna para todos”.
Realizan cátedra de realidad nacional
La Universidad Centroamericana realizó la cátedra de realidad nacional. El padre José María Tojeira, director del Instituto de Derechos Humanos de la UCA, señaló que los 31 años de la masacre en la UCA se conmemora sin justicia, negando la verdad y la reparación.
Tojeira subrayó el contraste entre los juicios celebrados en España y en el país donde ocurrió y no prosperó el proceso. Asimismo destacó que se ha dejado un camino donde se quiere seguir teniendo en el olvido a los mártires.
Por otro lado, indicó que la masacre en la UCA nunca ha podido ser esclarecida debido a que el sistema judicial salvadoreño está obstaculizando el avance. Una prueba reciente de esto es la resolución de la sala de lo penal de la Corte Suprema de Justicia, que ordenó cerrar por caducidad el caso de los jesuitas, un hecho ocurrido el 16 de noviembre de 1989.
Los jesuitas Ignacio Martín Baró, Ignacio Ellacuría, Juan Ramón Moreno, Amando López, Segundo Montes, Joaquín López y López y sus dos colaboradoras, Elba Julia Ramos y Celina Ramos, fueron asesinados hace 31 años en el campus de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador por el ejército salvadoreño y decisión del alto mando militar. Por este crimen no ha sido juzgada ninguna persona en el país centroamericano.
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