Liwonde (Agencia Fides) – “Todos somos iguales, debemos apoyarnos y animarnos unos a otros para que también las personas con VIH puedan participar en las actividades de la iglesia y en el trabajo de desarrollo del país”. La advertencia ha sido emitida por la coordinadora sanitaria nacional católica de la Conferencia Episcopal de Malawi (ECM), Bertha Magomero, a todos aquellos que discriminan a las personas con VIH y SIDA.
Durante una reciente reunión de supervisión celebrada en el distrito de Machinga, Liwonde, con voluntarios VIH positivos involucrados en la ECM, líderes religiosos y distribuidores de kits de prueba del VIH que trabajan bajo el proyecto Faith and Community Initiative (FCI), Bertha Magomero ha enfatizado que solo evitando toda discriminación el país podrá ser un lugar mejor en el que vivir.
“Es triste notar que incluso los familiares son los primeros en discriminar a las personas que viven con el VIH y el SIDA. Estas personas viven vidas más saludables que las que no han sido diagnosticadas. Magomero ha agregado que estas actitudes están llevando a muchas personas VIH positivas a no aceptar los resultados de las pruebas y evitar los antirretrovirales (ARV), agravando la propagación del virus. “Hay más vida en conocer tu condición que vivir en la negación”, ha insistido la coordinadora.
Son muchos los que mantienen oculta su condición o evitan el tratamiento para no ser discriminados o maltratados por amigos y familiares. Y es también por ello que actualmente la ECM, a través de las Comisiones de Salud y Comunicación, ha pedido una mayor implicación en las pruebas, el tratamiento y la adherencia al tratamiento del VIH y el sida en la lucha contra la pandemia en los distritos de Machinga y Mangochi como parte del proyecto FCI.
Entre los testimonios surgidos durante el encuentro, resalta el de un VIH positivo en tratamiento que ha comentado que dio positivo en 1983 y comenzó a tomar los ARV ese mismo año. “Fue difícil aceptar que los tomaría por el resto de mi vida aunque lo acepté más tarde, pero debido al estigma en la familia paré porque estaba convencido de que era mejor morir que vivir con el VIH/SIDA. Después de varias reuniones con los voluntarios, me convencí de que quería seguir viviendo feliz con el VIH y decidí volver a tomar los ARV, una decisión de la que nunca me arrepentiré”.
Uno de los líderes religiosos de San Patricio de la parroquia de Mofolo Woyera ha comentado que continuarán en su labor de acompañar, prevenir y difundir mensajes de esperanza para todos. “Desde que comenzó el proyecto de la FCI, muchos han respondido”.
(AP) (17/3/2021 Agencia Fides)
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