Tokio (Agencia Fides) – “Habiendo desarrollado una condición especial de ‘Iglesia hermana’ con la Iglesia de Myanmar, estamos muy preocupados por la situación actual y el impacto que está teniendo en el pueblo”, se lee en una carta de la Arquidiócesis de Tokio que expresa una profunda solidaridad y oración por el pueblo de Myanmar, en medio de la crisis política que sacude al país. La carta recibida también en la Agencia Fides, firmada por el Arzobispo Isao Kikuchi Svd, y dirigida a los Obispos de Myanmar, señala: “Durante el tiempo de Cuaresma, mientras nos esforzamos por renovar nuestra dedicación y sacrificio a Cristo y fomentar una nueva vida en nuestras comunidades, en Tokio rezamos para que el sacrificio y las oraciones del pueblo de Myanmar lleven paz y renovación al país”.
El Arzobispo continúa: “Quiero asegurar la solidaridad en la oración con la Iglesia de Myanmar y su papel en el servicio a los débiles y a los que buscan la paz. Con el Santo Padre rezamos para que los gobernantes trabajen con el sincero deseo de servir al bien común y a los derechos humanos y civiles fundamentales, para promover la justicia y la estabilidad nacional para una coexistencia armoniosa, democrática y pacífica”, añade el texto que cita un discurso del Arzobispo Ivan Jurkovic, Observador Permanente de la Santa Sede en ante la ONU en Ginebra, el 21 de febrero de 2021
El arzobispo Kikuchi ha recordado su vida en Myanmar en febrero de 2020, cuando tuvo la oportunidad de conocer a comunidades llenas de fe y vitalidad que viven “con alegría sus retos, su lucha y su resiliencia” y espera que “sus esperanzas y aspiraciones no sean destruidas”.
La carta del obispo concluye compartiendo el llamamiento del cardenal Charles Maung Bo, arzobispo de Yangon: “La paz es posible, la paz es el único camino”, y asegura la oración de las comunidades católicas de la archidiócesis de Tokio por la Iglesia en Myanmar y por la paz en esta sacudida nación.
(PA) (Agencia Fides 26/3/2021)
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