MSF
Uno de los centros sanitarios saqueados
Addis Abeba (Agencia Fides) - La información sobre la provincia etíope de Tigray, desde noviembre asolada por la guerra entre las fuerzas armadas etíopes y las milicias del Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF), nos llega con cuentagotas.
Los Salesianos presentes han podido comunicar algunas noticias dramáticas sobre la situación humanitaria. “Desde que estalló la guerra el 4 de noviembre de 2020, hasta hoy, muchas personas han perdido la vida o sus bienes, muchas se han quedado sin hogar y miles huyen y escapan de los bombardeos y tiroteos convirtiéndose en refugiados o desplazados internos dentro de su propio país. Ricos y pobres llaman a nuestra puerta todos los días, mendigando algo de comida para sobrevivir”. Según los informes de la Agencia de Información Salesiana, “la noche del 20 de noviembre de 2020 (el día en que comenzaron los conflictos en Adua) muchos cuerpos sin vida yacían en las calles y muchos heridos intentaban escapar de la guerra. Estos meses han sido oscuros, ya que durante más de dos meses la gente no ha tenido electricidad, agua, alimentos, etc. Damos gracias a Dios por tener un pozo en nuestro recinto que, gracias al generador, puede beneficiar a miles de personas que vienen a por agua cada día, desde primera hora de la mañana”.
Las organizaciones misioneras están haciendo todo lo posible para ayudar a los desplazados internos que “han huido a Adua desde lugares lejanos como Setit Humera, Kafta Humera, Mereb, Segede”. En particular, las Misioneras de la Caridad (MC) y las Hijas de María Auxiliadora (FMA) trabajan en al menos 5 centros de acogida de desplazados. Las hermanas MC, las FMA y los Salesianos trabajan juntos y preparan pan para abastecer a los desplazados, con unos 2.200-2.600 bocadillos diarios. Los Salesianos también colaboran en la donación de alimentos a los necesitados, y proporcionando al centro de desplazados internos diversos artículos, alimentarios y de primera necesidad.
La guerra ha provocado una enorme crisis humanitaria que afecta al menos a 4,5 millones de personas. Además de decenas de miles de víctimas, hay más de 2 millones de desplazados internos y decenas de miles de refugiados en el vecino Sudán. El conflicto amenaza con implicar a otras regiones de Etiopía y a los estados vecinos de Eritrea y Sudán, provocando una crisis humanitaria de proporciones aún más dramáticas.
Médicos Sin Fronteras ha denunciado la destrucción deliberada y el saqueo de los centros de salud en Tigray; en un comunicado enviado a la Agencia Fides se lee que “de las 106 estructuras sanitarias visitadas por los equipos de MSF entre mediados de diciembre y principios de marzo, casi el 70% habían sido saqueadas y más del 30% dañadas; sólo el 13% funcionaban normalmente”.
(L.M.) (Agencia Fides 18/3/2021)
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