Yogyakarta (Agencia Fides) - Es un gran día para toda la Congregación de las Hermanas de San Carlos Borromeo: “Hemos respirado aliviadas después de que 55 personas en el Convento de Santa Ana en la ciudad de Yogyakarta, en la provincia de Java Central (26 monjas ancianas y 29 empleadas) hayan superado el Covid y esten sanas”, dice a la Agencia Fides la hermana Yustiana Wiwiek Iswanti, Superiora Provincial de Religiosos en Indonesia. Cuidar y acompañar a todas estas pacientes de Covid ha sido realmente una experiencia espiritual muy dura: “Transformamos nuestro Convento de Santa Ana en un hospital temporal para todas las pacientes de Covid-19 ya que no podíamos enviarlas a instalaciones públicas”, dice la religiosa. “Cuidamos de ellas para recuperar su salud. Hemos recibido mucha solidaridad: ayudas económicas, comida y bebida, nutrición y complementos alimenticios, como obsequios de nuestros alumnos y de quienes conocen nuestro apostolado en el campo de la salud y la educación”, explica.
En Indonesia, la Congregación religiosa de las Hermanas de San Carlos Borromeo es una comunidad muy grande con decenas de servicios educativos y sanitarios presentes en las grandes ciudades de Indonesia. Por este motivo la hna. Yustiana Wiwiek Iswanti CB ha decidido extender los servicios de atención y ayuda al seminario John XXIII en Lawang, de la diócesis de Malang (Java Oriental) donde se han confirmado positivos al Covid-19: dos sacerdotes, dos religiosas y 26 seminaristas.
“A algunos se les dice que se pongan en cuarentena, mientras que a otros se les lleva al hospital”, explica a Fides el padre Aloysius Rusdiana, decano del seminario. En Malang, unos 170 residentes de la Casa para Discapacitados Yayasan Bhakti Luhur son positivos al Covid.
Indonesia ha llegado al primer aniversario del estallido de la pandemia de Covid-19 en el país, que ha visto 1,3 millones de casos positivos, de los cuales 1,1 millones curados y más de 36 mil fallecidos.
Para combatir la pandemia, el gobierno ha destinado un importante paquete de financiación que se utiliza principalmente para mantener en funcionamiento las actividades sanitarias y públicas, pero también para apoyar a las medianas y pequeñas empresas o como apoyo a las familias, con medidas como la abolición del IVA en la compra de una casa o un coche. Además, se brindan refrigerios y contribuciones para la industria del turismo, el sector cultural y el transporte.
La economía nacional se ha visto muy afectada. Según la Agencia de la Oficina de Estadística de Indonesia (BPS), la tasa de pobreza es ahora del 10,19%, lo que representa un aumento del 0,97%.
Mientras tanto, las autoridades sanitarias de Indonesia han iniciado la primera vacunación masiva, en la que han participado en primer lugar comunidades religiosas y ancianos. A partir de las características de Indonesia, un archipiélago con miles de islas y lugares remotos a los que llegar y con más de 250 millones de habitantes, se está convirtiendo en un punto crucial para comprender cuánto tiempo llevará completar un programa nacional de vacunación.
(MH-PA) (Agencia Fides 4/3/2021)
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