Cebú (Agencia Fides) - Los devotos de Santo Niño, el Niño Jesús, están llamados a “llegar y amar a los pobres, en los suburbios, en medio de la pandemia”: esta es la exhortación dirigida a los fieles por el arzobispo José Palma, quién dirige la diócesis de Cebú, al celebrar la fiesta del Santo Niño (Niño Jesús) ayer, 17 de enero, un evento muy conocido que cada año marca la vida social, civil y religiosa en Cebú, en el centro de Filipinas, atrayendo a millones de personas. Según la información de la Agencia Fides, en 2021 la celebración ha sido discreta y la eucaristía se ha celebrado a puerta cerrada en la Basílica Menor del Santo Niño debido a los protocolos sanitarios vigentes. Miles de fieles han podido seguir la misa en directo online. Todas las celebraciones fastuosas y abarrotadas, las procesiones al aire libre y los eventos culturales que habitualmente ocupaban la ciudad han sido cancelados de acuerdo con las restricciones gubernamentales.
“En medio de una crisis como la pandemia, los bautizados deben permanecer firmes en su amor a Jesús y dar testimonio del Evangelio, cuidando a los pobres, los vulnerables y los marginados”, ha dicho el Arzobispo, invitando a los fieles a “cuidar los unos de los otros”. “El Santo Niño necesitaba el cuidado de María y José. Con espíritu evangélico de amor y cercanía, estamos llamados a estar cerca de las personas marginadas o desamparadas, en las periferias existenciales, donde vivimos, pero también en otros lugares, en otras naciones”, ha recordado.
Lee Lim, uno de los devotos del lugar, ha dicho a Fides: “Marcados por esta pandemia, seguimos demostrando nuestro amor por el Niño Jesús. Rezamos para que la pandemia nos permita dar testimonio de nuestro amor por el prójimo, especialmente por los más pobres, los más sufridos y los más necesitados”.
La imagen del Santo Niño de Cebú está vinculada al origen del cristianismo en Filipinas: fue traída al archipiélago filipino hace 500 años por el explorador portugués Ferdinando Magellano el 14 de abril de 1521, como regalo a la reina Juana, quien fue bautizada. El esposo de Juana, Rajah Humabon, y alrededor de 800 nativos también fueron bautizados más tarde. Fueron las primeras comunidades cristianas en Filipinas.
En 1565, cuando el conquistador español Miguel López de Legazpi llegó a Cebú, un soldado español encontró la imagen dentro de una casa quemada de un residente local. Desde entonces, la fiesta y devoción del Santo Niño se ha convertido en la fiesta más popular de la región y una de las fiestas religiosas más importantes a nivel nacional.
(SD-PA) (Agencia Fides 18/1/2021)
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