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Bagdad (Agencia Fides) - En Irak, el programa para cerrar los campos de refugiados y el regreso de los desplazados internos a sus respectivas zonas de origen avanza a un ritmo intenso, pero los resultados positivos ya publicados por las autoridades políticas iraquíes se ven contrarrestados por críticas y controversias de diversas fuentes. Quién dirige este plan para cerrar los campos de refugiados es la cristiana caldea Evan Faeq Yakoub Jabro, actual ministra iraquí de Inmigración y Refugiados (véase Fides 8/6/2020).
En una entrevista reciente con ‘al Monitor’, Evan Jabro ha declarado que “de los 76 campos de desplazados antes de la formación del gobierno actual, solo 29 están abiertos todavía”, lo que confirma que las autoridades del gobierno iraquí pretenden completar el cierre de estas instalaciones para finales de año. En los últimos meses, según fuentes oficiales del gobierno, al menos 66.000 desplazados internos iraquíes han regresado a sus hogares. Las cifras y los resultados positivos de los que se jacta el gobierno se ven contrarrestados por las polémicas concentradas sobre todo en los métodos utilizados para cerrar los campos y empujar a sus “invitados” a regresar a las tierras de las que huyeron. La ministra Evan Jabro, en entrevistas y declaraciones oficiales, sigue repitiendo que toda reubicación de refugiados a sus zonas de origen se realiza a través de un pacto con las autoridades locales y siempre de forma voluntaria, reforzando las medidas asistenciales y de protección sanitaria de los que permanecen en los campos de refugiados. Al mismo tiempo, grupos de refugiados y voluntarios involucrados en su asistencia denuncian casos, como el del campamento de Habbaniyah, en la provincia de Nínive, donde el cierre de las instalaciones ha dejado a cientos de familias sin hogar y sin la posibilidad concreta de encontrar un alojamiento alternativo.
En noviembre, el plan presentado por el gobierno de Bagdad pedía completar el cierre de todos los campos de refugiados esparcidos por todo el país para marzo de 2020, pero la implementación del plan resultó ser todo menos fácil y los plazos se han alargado.
Muchos de los campos acogen a desplazados internos que huyeron de las regiones del norte de Irak en 2014 cuando cayó bajo el dominio yihadista del autoproclamado Estado Islámico (Daesh). La voluntad del gobierno de cerrar los campamentos responde a las necesidades económicas y de salud - vinculadas a la pandemia Covid-19 - y al orden público. Las dificultades para implementar el plan en algunos casos también se deben a la resistencia de muchos refugiados que no tienen la intención de regresar a sus respectivas zonas de origen, donde la inseguridad persistente y la falta de trabajo dificultan imaginar un futuro pacífico para sus familias.
Evan Jabro, llamada en junio de 2020 a dirigir las políticas del Gobierno iraquí con respecto a la emergencia migratoria y al reasentamiento de los desplazados internos, es profesora de biología y se ha distinguido en el pasado por la atención a las emergencias sociales que afectan a las jóvenes generaciones, por lo general desatendidas por los bloques que dominan la política iraquí.
En el pasado, Evan Jabro ha trabajado con la ONG Al-Firdaws, fundada por Fátima Al-Bahadly en 2003, y ha trabajado en la elaboración de proyectos sociales y de trabajo dirigidos sobre todo a las mujeres y a los jóvenes. La ministra desempeñó también el papel de consejero del gobernador de Mosul para las cuestiones relativas a las minorías, y en las elecciones legislativas iraquíes de mayo de 2018 se había presentado como candidata para la atribución de uno de los 5 escaños reservados a las minorías cristianas, según el “sistema de cuotas”.
(GV) (Agencia Fides 19/1/2021)
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