Dar es Salaam (Agencia Fides) – “En dos meses, más de 25 sacerdotes y 60 religiosas, enfermeras y médicos católicos han fallecido por problemas respiratorios”, ha anunciado el p. Charles Kitima, secretario general de la Conferencia Episcopal de Tanzania (TEC). “Algo que nunca antes había sucedido en tan poco tiempo”, ha agregado.
Sin embargo, el p. Kitima, ha explicado que no puede declarar oficialmente que todas estas muertes esten relacionadas con el Covid-19. “Nosotros, como Iglesia, no realizamos pruebas de Covid y los médicos no pueden decírnoslo porque no todo el mundo está autorizado a realizar la prueba del virus”.
Cabe señalar que las autoridades de Tanzania no han actualizado los datos de Covid-19 desde principios de mayo, lo que deja el último número de casos confirmados en 509 y el número de muertos en 21.
A pesar de la política de negar la presencia del virus en el país por parte de las autoridades locales, el p. Kitima hace un llamamiento a todos a un sentido de responsabilidad: “El coronavirus existe. Pedimos que se tomen precauciones. Necesitamos redoblar nuestros esfuerzos para protegernos. Tenemos la responsabilidad de proteger a las personas mayores y con problemas de salud tomando las precauciones necesarias”.
El p. Kitima también ha pedido una mayor transparencia sobre el progreso de la pandemia en el país. “Los tanzanos tienen derecho a recibir información científica precisa sobre el Covid-19 porque la falta de información concreta sobre el virus está esparciendo miedo y confusión entre la gente”.
En febrero, el presidente del TEC, Su Exc. Mons. Gervais Nyaisonga, Arzobispo de Mbeya, alentó a los tanzanos a no dejarse esclavizar por el miedo, sino a seguir los consejos de los expertos: “Tanzanos, se nos alienta a no ser esclavizados por el miedo. El miedo es un arma que puede debilitar a una persona”.
A finales de enero, los obispos locales habían advertido a los fieles sobre la “nueva ola de infecciones por coronavirus”, que está provocando un aumento de las muertes (véase Fides 29/1/2021). “Nuestro país no es una isla... Debemos defendernos, tomar precauciones y rezar a Dios con todas nuestras fuerzas para que este flagelo no nos alcance”.
(L.M.) (Agencia Fides 5/3/2021)
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