(zenit – 16 nov. 2020).- Ante las movilizaciones sociales a nivel nacional de los últimos días y la legalidad del actual régimen político de Perú, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, presidente de los obispos peruanos emitió un mensaje el pasado sábado, 14 de noviembre de 2020.
Miles de peruanos demandaron en las calles que el presidente Manuel Merino diese un paso atrás tras haber concentrado en su persona los poderes ejecutivo y legislativo, informa la agencia de noticias EFE. En el día de ayer, 15 de noviembre de 2020, se produjo la renuncia del dirigente, que sustituyó el martes al destituido Martín Vizcarra.
La dimisión de Merino tuvo lugar después de la muerte, la anterior noche, de dos jóvenes en Lima por disparos, supuestamente de la policía.
A través de una nota y en un videomensaje difundido por la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Cabrejos expresó que “es esencial escuchar y atender los gritos y el clamor de la población, para recuperar la confianza, la tranquilidad y la paz social”.
Orden Constitucional e Institucional
Por ello, “es fundamental el esfuerzo para un profundo y amplio ‘dialogo social’ que busque soluciones alternativas a la confrontación y al conflicto”.
“Todos los peruanos estamos llamados a cuidar y velar por el orden Constitucional. En este sentido el Tribunal Constitucional en la brevedad posible debe pronunciarse con claridad y contundencia sobre la legalidad de lo decidido por el Congreso de la República”, añade.
Del mismo modo, el mensaje del también arzobispo de Trujillo interpela a los peruanos a custodiar el orden Institucional, “garantizando el respeto de las normas y la independencia de poderes, para que estas instituciones puedan ser fieles al cumplimiento de su misión y lleven en paz y estabilidad el impostergable proceso electoral de abril del próximo año”. En este contexto, es urgente “continuar y promover la lucha contra todos los rostros de la corrupción”.
Libertad de expresión
El prelado recordó que las autoridades “están llamadas a servir a la población que las eligió; esto implica, por un lado, garantizar el derecho constitucional a la libertad de expresión de la población”; sin olvidar que “este derecho debe manifestarse de manera pacífica y proactiva.
Esta crisis, subraya, no debe empobrecer cada vez más al país, “donde los más afectados son los niños, los más pobres y vulnerables”.
Forjar una gran nación
Asimismo, apunta que las autoridades están llamadas a promover la calidad académica y educativa de la infancia y la juventud, donde los estándares de exigencia deben ser cada vez mayores”. Es necesaria una “alta calidad del servicio educativo nacional”.
“Queridos hermanos, no nos dejemos robar la esperanza de forjar una gran nación”, concluye monseñor Cabrejos en el videomensaje.
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