Kinshasa (Agencia Fides) – “La inseguridad debida a los robos en las carreteras y el desmoronamiento de la red de carreteras en toda la provincia dificulta la circulación de personas y mercancías, acentuando el deterioro del tejido económico”, dicen los obispos de la Asamblea Episcopal Provincial de Kisangani (ASSEPKIS) en un comunicado publicado al final de su Plenaria.
Kisangani es la capital de la provincia de Tshopo, en el centro norte de la República Democrática del Congo, mientras que la ASSEPKIS tiene 9 diócesis (Bondo, Bunia, Buta, Dungu-Doruma, Isangi, Isiro-Niangara, Kisangani, Mahagi-Nioka y Wamba), algunas de las cuales pertenecen a otras tres provincias vecinas. En el mensaje, los obispos expresan su preocupación por el deterioro “de día en día de la situación socioeconómica de las poblaciones de las cuatro provincias administrativas por el déficit de una administración que se preocupa poco por las condiciones de vida de las poblaciones”.
El mensaje también denuncia “la falta de control sobre los movimientos migratorios (internos y externos) en nuestros territorios, así como la falta de una política de acogida e integración para los centroafricanos, sursudaneses y otros refugiados, que a menudo es causa de sufrimiento para las poblaciones locales, porque estos grupos de migrantes parecen estar protegidos por algunas autoridades nacionales y provinciales”.
Las deficiencias de la política y la administración del Estado también agravan los conflictos entre poblaciones locales: “Las disfunciones de los servicios esenciales acentúan algunos conflictos entre poblaciones, en particular los conflictos territoriales que son cada vez más recurrentes entre algunas etnias en nuestras provincias administrativas, lo que en cierto modo demuestra la impotencia y debilidad del estado”.
Para hacer frente a estos problemas, ASSEPKIS hace un llamado a las autoridades para que “se comprometan a poner fin al fenómeno de los grupos armados y garanticen la seguridad de las personas y sus bienes”, además de “trabajar para mejorar la situación socioeconómica de la población manteniendo las carreteras seguras y asegurando la navegación fluvial por el bien de nuestra gente”.
Los obispos animan a los agentes pastorales a “ser verdaderos testigos de misericordia y reconciliación; y a no desanimarse en su misión evangelizadora, a pesar de las dificultades y pruebas que afrontan en algunas regiones, reavivando la esperanza de los fieles en este momento de crisis y exhortando a que no escuchen ni sigan a los que predican el odio”.
(L.M.) (Agencia Fides 15/3/2021)
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