(zenit – 16 nov. 2020).- El arzobispo Georg Gänswein ha explicado que el Papa Benedicto XVI está “de buen humor y sereno” y ha reanudado sus paseos por los jardines vaticanos, y ha negado las “noticias falsas” que circulan por las redes sociales.
Según informó la Fundación Ratzinger el 12 de noviembre de 2020, el prefecto de la Casa Pontificia de la Santa Sede concedió una entrevista con Maria Giuseppina Buonanno publicada en el semanario italiano Oggi en la que negó los rumores sobre el estado de salud del Pontífice emérito: “se han difundido noticias falsas”.
Subrayó que “Benedicto XVI es como un hombre de 93 años: Su cuerpo es frágil, su voz es muy débil, pero su mente está clara. Todos los días concelebra la misa, reza, recibe algunas visitas más, lee, estudia, escucha música, se ocupa de su correspondencia. Ciertamente con un ritmo tranquilo. Descansa más a menudo porque su fuerza ha disminuido, pero está de buen humor y sereno”.
El Papa emérito sufrió un herpes y especialmente la enfermedad y muerte de su hermano mayor Georg Ratzinger el 1 de julio de 2020, pero se está recuperando, informó el arzobispo: “Después de una pausa de casi tres meses, ha vuelto a caminar con la ayuda del andador en los jardines del Vaticano, si el tiempo lo permite. Y se ha recuperado del cansancio del viaje a Alemania, donde estuvo el pasado mes de junio para visitar a su hermano Georg, que murió más tarde, y del herpes zoster, un virus que le causó fuertes dolores y le afectó al principio del viaje en Ratisbona”.
El Papa Francisco y Benedicto XVI se han reunido a menudo, más recientemente en junio pasado antes de que Ratzinger visitara a su hermano: “Benedicto XVI llamó al Papa Francisco y le dijo que quería ver a su hermano de nuevo porque estaba muy enfermo. El día de su partida, Francisco tocó el timbre del monasterio Mater Ecclesiae para saludarlo. Llegó sin avisar, solo. Habló con el Benedicto y le pidió que transmitiera su bendición apostólica a su hermano enfermo”.
El obispo Gänswein ve en esta atención “un gesto conmovedor de gran consuelo y exquisita sensibilidad humana y fraternal”.
Recientemente, revela, el Sumo Pontífice envió al Papa emérito una copia encuadernada en cuero blanco de su última encíclica, Fratelli Tutti, con una dedicatoria personal, mientras que Benedicto envió al Obispo de Roma una copia de su biografía publicada en italiano por Peter Seewald: Benedicto XVI – Una vida (Benedetto XVI – Una vita, ed. Garzanti).
Según la tradición, Francisco visita a Ratzinger después de los consistorios para la creación de nuevos cardenales, acompañado por los nuevos purpurados. Las condiciones sanitarias no permiten esta visita el 28 de noviembre. Los pastores ya anunciaron que no podrán ir a Roma.
En esta larga entrevista con Oggi, el arzobispo Ganswein revela que Benedicto XVI había tomado la decisión de renunciar “ya en septiembre de 2012”: “me había revelado esta intención, bajo el sello pontificio del silencio”. En ese momento, continúa, “nadie sabía nada, muy poca gente. La revelación de esta elección me sorprendió. Quería comunicar una decisión que se había tomado, no una reflexión para ser discutida. Y mantuve esta confianza encerrada en mi corazón. Lo sentí como un enorme peso”.
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